Lo que entendemos como vivo de lo que es realmente, implica una amplia lista de factores que van desde lo que la cultura, la economía y la ciencia han integrado acerca de ello. La naturaleza y la vida son activas y se transforman todo el tiempo, estableciendo una comunicación circular con todo lo que les rodea, se adaptan y se autoreplican.

La historia de la evolución nos ha mostrado que los organismos y seres vivos, además de ser inteligentes son regenerativos y circulares. Las bacterias, virus, plantas y mamíferos tienen otras estructuras de aprendizaje, conocimiento y supervivencia, no sólo diferente; sino propia. Poder asimilar y aceptar esta condición de inteligencia diversa, permite entender «que nuestra realidad material se integra todo el tiempo a partir de lo contingente, lo intangible y las dinámicas de transformación e interacción entre diversos agentes»

La palabra “vida” tiene numerosos significados. Para comenzar, es una abstracción filosófica que se refiere a nuestra existencia en el mundo. De igual forma, se refiere también a los procesos biológicos, así como al resultado de experimentos técnicos dirigidos por laboratorios húmedos y de aulas de medios. Por lo tanto, la vida como tal no existe, siempre se encuentra mediada por el lenguaje, la cultura, la tecnología y la biología.

Dra. Joanna Zylinska. Escritora, artista y curadora especializada en Nuevos Medios.

Repensar nuestra relación con la naturaleza, implica situarnos ante ella, qué lugar ocupamos en el contexto humano-naturaleza, cómo establecemos un diálogo, reconociendo no una jerarquía, sino un lugar del cual formamos parte.

Abordar pedagogías biológicas involucra la noción de naturaleza, conocimiento local vinculado al aprendizaje, la biología y el contexto natural, integrando una serie de procesos pedagógicos que a partir de ejercicios con la mirada, el dibujo, la palabra, el artefacto, la noción de coleccionar y el de contar historias, establecen puentes entre el aprendizaje biológico, la ciencia local, la ecología, la historia ancestral, la naturaleza y el arte.

Afectividades ambientales

Desde esa óptica una de las preguntas nodales será ¿Cómo integrar una dialéctica de la naturaleza? en la que seamos parte y visibilicemos la interrelación directa que tenemos con el entorno. En donde “seres humanos al tiempo que afectan a la naturaleza son afectados por ella”

La profesora e investigadora María Fernanda Solíz T en el libro Ecología Política de la Basura detalla esta interrelación:

«Adoptar un enfoque dialéctico, “nos lleva a reconocer que los organismos en general no se limitan a adaptarse a su medio sino que también lo afectan de diversas maneras y al afectarlo, lo cambian. La relación es, en consecuencia, recíproca [los organismos son cambiados también por esta naturaleza]” . Estas relaciones de interacción son relaciones dialécticas, en tanto implican una afección doble e interdependiente«

"La crisis civilizatoria es también una crisis del sentir"  ENES Mérida

«Nuestros afectos han sido orientados hacia las obsesiones del mercado, pues este sistema que padecemos requiere de la desconexión de nuestros sentimientos para que la destrucción de territorios le sea indiferente a nuestra experiencia emotiva. Una vez la naturaleza se convierte en cosa, en objeto, en recurso disponible para el provecho del sistema económico, la mutilación de la tierra se banaliza y justifica en nombre del progreso, la acumulación y el desarrollo» (Afectividades ambientales. ENES Mérida)

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